23 oct 2012

Diez años




¡No puedo creer que se me pasó el día!...
Pero no me extraña nada por que sinceramente nunca aprendí a ver la muerte como algo que se recuerde año trás año o constantemente menos aún perpetuamente en mi existencia. Nunca aprendí de ti a honrar a quienes se nos fueron, tal vez si aprendí vagamente a recordarlos o extrañarlos, tú me enseñaste a pensar en los buenos momentos que compartimos con ellos, en su imagen sana, feliz, amable; no a recordar su caida, su enfermedad, su dolor, su ausencia, su deterioro fisico ni el quiebre de sus almas cuando llego su momento de partir; sinembargo te vi siempre guardando tu dolor pero nunca rezando, o cuestionando a Dios por sus designios. Muy pocas lagrimas vi brotar de tus ojos después de un funeral, es más creo que nunca te vi en más de dos ocasiones llevar flores a una tumba y jamás volviste a hablar de aquellos seres queridos que nos dejarón en el camino ni me contaste las historias de esos ángeles que perdimos en nuestra familia, supongo que a Samuel lo incluiste en mi legado por que nos acompaño dos años en este mundo y hay fotos que lo prueban más un confuso y drámatico historial médico que finalmente repercute en mi vida y la de mi hermana. Fue tan grande tu afán de protegerme del dolor que me privaste de entender que sentías, y lo que era para ti la muerte; pero aún más no me enseñaste a vivir un duelo.
A diez años de tu partida sigues presente en mi diario vivir por que recuerdo tus lecciones, tus ejemplos, y la libertad que me legaste de elegir en que o quien debía creer; me enseñaste a hacer lo justo y lo correcto, me diste fuerza para hablar por mi misma y de no dejarme de nada ni de nadie; incluso algunas veces inconscientemente hago lo mismo que tú hacías por mi: Le pongo todo mi amor y mi dedicación a mi familia, a mi hijo, a mi marido, a mi mascota, les brindo atención, cuidado, protección a través de mi rol como ama de casa y adoro hacer los hot cakes en domingos con formas diferentes, o hornear galletas, pasteles y crear mil postres para deleitarlos. Asumo que esta es mi manera de recordarte y de honrarte, viviendo tu legado dando amor y entendimiento, no llorando tu ausencia, ni rezando por el descanso de tu alma, yo se que ahora estas en paz, y que ya no padeces ni sufres más. Lo único que lamento es que me di cuenta muy tarde de lo difícil que fue tu vida, y de lo mucho que padeciste ¡eso no lo puedo ni lo podía cambiar!, tal vez ese dolor acompaña mi aura, y reina en mi subconsiente haciendome sentir vacia o perdida muchas veces, se que Dios te dio la paz que necesitabas a pesar de que te alejaste de él, y se que ahora yo busco mi paz al reconstruir mi constelación para armonizar la energia que dejarón dispersa varias generaciones, para curar mi karma, para aligerar mi camino y para librarme a mi misma a los que siguen despues de mi de la confusión, de la falta de fé, de ese absoluto desamor que me invade y me ha enfermado desde niña y no por que no lo hubiese tenido sino por que perdí la habilidad de conectarme a el como tu lo hiciste también al cargar la energía de nuestra constelación. Mamá estoy en proceso de desenrredar la madeja y espero te sientas orgullosa de mi, por que de esta manera te honro, y te reivindico como mi fuente más pura de amor y comprensión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario