"Definirte por lo que fuiste no te ayuda a aceptar que hoy sigues cambiando, definirte por lo que aspiras te ayuda a crear lo que seras"
Desde narraciones, prosas, liricas y puros cuentos; hojas arrancadas a mi diario; algunos relatos de mujer acordes a estos tiempos, terapía y autocritica a la retorica de vivir con Diabetes tipo 1, un dulce amargo espacio para contar penas y tomarlas con humor negro, hasta cosas serias...
29 may 2013
28 may 2013
24 may 2013
Dulce Densidad
Algunas veces me amanece pero yo no amanezco,
sin importar las tazas de café que me haya yo bebido.
Literalmente me siento densa, me muevo lento,
sin importar las tazas de café que me haya yo bebido.
Literalmente me siento densa, me muevo lento,
la cabeza me pesa y a duras penas puedo mantener abiertos los ojos.
¡No!, no son las alergias, ni un nivel elevado de azúcar en sangre,
¡no! no son los desvelos acumulados o el cansancio crónico;
es tan sólo el efecto secundario de una hipoglucemia prolongada
que se me instala al amanecer y no me abandona hasta las tantas de la tarde.
Definitivamente me quedo en la sombra y ausente del día,
atrapada en cámara lenta de todo a mi alrededor,
con la fiaca instalada por necedad y la razón haciendo un meticuloso
análisis de todo lo previo para poder justificar este estado de holgazanidad.
Y a pesar de checar mis niveles de glucosa cada cuatro horas,
de comer proteína, fruta, pan, hasta beber jugo
o cualquier otra cosa que me pueda encontrar;
me es imposible alcanzar un nivel decente que me permita circular.
Pero no es cosa de gravedad ya que este letargo finalmente se va,
setenta es un número digno y decente de preservar
aunque a veces no da para más por que el cuerpo
lamentablemente se acostumbra a vivir con mucho pero mucho más.
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