23 ene 2010

Las mil y una noches


A veces me siento inmersa en una fantasia tan dulce, que es dificil entender por que ahora en estas circunstancias se presenta ante mi un amor tan profundo y complejo que pareciera venir de muchas vidas pasadas. Su olor, su mirada, su sonrisa, más todas su frases trilladas junto con sus actitudes friamente calculadas me llevan a idealizar ese "amor", me llevan a desear estar su lado y quedarme para siempre. Es casi imposible describir con palabras lo que mi corazón siente cada vez que ese personaje enigmatico se dirige a mi, es absurdo e infantil pensar en él, es ridiculo temblar como gota de lluvia cayendo entre las hojas al tan sólo verlo, es abrumante sonrojarme con sus coqueteos y es aterrador dejarme llevar por sus insinuaciones.
Con un beso en la palma de la mano, me robó el alma, con palabras dulces cautivó mi corazón, con caballerosidad y gentileza ganó mi confianza, pero como cuento de hadas la fantasia terminó al ver a mi alrrededor y descubrí sus verdaderas inAñadir imagentenciones; no soy una presa, ni un objeto. Sé perfectamente jugar esos juegos, y no me dejé llevar por mis instintos. Ya no puedo, ya no debo, no es correcto aunque resulte sumamente agradable saber que alguien piensa en ti, es emocionante saber que hay alguien quien desea ocupes un lugar en su vida, pero es dificil cambiar los peones en el juego cuando la partida se dictó mucho tiempo atrás, esta fantasía es y será sólo eso... Otra historia más que hay que guardar en el alma para alimentar la imaginación y apelar contra el aburrimiento de la vida cotidiana. Soñar no es pecado, es sólo el escape a la realidad sin causar daños.